domingo, 5 de junio de 2011

¿Crees científicamente hablando, que haya vida inteligente en algún lugar del universo?

Científicamente hablando, quién sabe, jajajaja.
Hasta que no haya pruebas, no se "creen" este tipo de aseveraciones en ciencia.

Sin embargo, algunos modelos, con los que estoy de acuerdo, indican que la probabilidad de que la Tierra sea el único sitio en el universo en que haya existido vida es muy pequeña. Es decir, es muy probable la existencia de vida en otros cuerpos celestes.
Por supuesto, la probabilidad de que haya esa vida justo ahora es menor que en todo el espectro temporal del universo.

¿Esa vida hipotética podría ser inteligente? Depende lo que se entienda por inteligencia. Una bacteria que resuelve un problema planteado por el ambiente, ¿es inteligente? ¿O entendemos la inteligencia sólo como las cualidades "superiores", como la racionalidad, el lenguaje doblemente articulado, la capacidad matemática, por ejemplo?
En el segundo caso, la probabilidad disminuye otro tanto.

Así que la existencia de vida con ese tipo de inteligencia en este momento en otro cuerpo celeste resulta bastante menos probable. Cualquier cálculo que se haga de esta probabilidad, por el momento, es mera hipótesis no confirmada. Y, francamente, bastante difícil de comprobar en el futuro próximo. :(

Pregunten lo que quieran. Ya sabré qué contesto. ;)

viernes, 28 de mayo de 2010

Presentación de libro...


La curiosidad formulada. 65 preguntas a científicos mexicanos, libro derivado del proyecto del Café Scientifique.

La presentación será el próximo martes 1 de junio, en el contexto de la sesión correspondiente del Café Scientifique a éste mes. Además de los presentadores estará como charlista invitado Sergio de Régules, experto divulgador de la ciencia.

La cita es a las 19:30 horas, en la Casa ITESO Clavigero y la entrada es libre.

sábado, 27 de febrero de 2010

Botiquín médico.

Nuestro amigo, el médico Daniel Núñez nos ha hecho llegar este texto sobre cómo preparar un botiquín. Lo copio tal cual; felicitaciones y reclamos son todos para él (por supuesto el espacio de comentarios en este blog da cabida a todos ellos).



Prevención y conciencia ante eventuales sismos. Botiquín Médico.
La tragedia ocurrida el día de hoy, 27 de febrero  en el país sudamericano Chile a las 00:24 hrs tiempo del centro de México, pone de manifiesto  la importancia de retomar e inculcar en la población joven de nuestro país la cultura de prevención sísmica, tomando en cuenta que la gente de aproximadamente 30 años y menor no ha conocido o no recuerda la magnitud del sismo de 1985.
El presente escrito se basará en cómo integrar un botiquín médico en nuestras casas, trabajos, o escuelas con elementos de primera mano y útiles en caso de presentarse alguna eventualidad, el cual deberá ser conocido por la gente con la que convivamos en cuanto a su contenido y ubicación.
Maletín: El primer punto a analizar será el conseguir una maleta, mochila, bolsa o similar cuyas características de peso y tamaño  lo vuelvan  fácil de trasladar (puede ser alguna mochila escolar en desuso, una pequeña maleta, etc) con el fin de que en caso de alerta se pueda salir hacia un lugar seguro llevándolo consigo.
Personas medicadas. En caso de que usted o alguna persona de su familia esté medicada por cualquier razón (crisis epilépticas, diabetes, hipertensión, asma, cardiópatas, etc), se deberá incluir algunas dosis del (los) medicamento(s) usado(s) con el fin de que durante alguna emergencia no se omita la administración del fármaco.
Materiales e instrumentos de curación en general: dentro de éste rubro se mencionarán  artículos cuyo uso se enfoca a prestar primeros auxilios o artículos de uso preventivo:
- Gasas: conseguir gasas en paquete estéril, de preferencia de 7.5x7.5 ya que es el tamaño estándar. Útiles para realizar curaciones o cubrir heridas(15 a 20 paquetes). Igualmente se podrían comprar unas 4 compresas (porciones de gasa de aprox. 30x30cm) en caso de heridas mayores.
- Vendas: cinco vendas de 5cm, y tres de 10 cm.
- Tela adhesiva y micropore: un par de cada una.
-Abatelenguas:  con el fin de inmovilizar dedos de la mano en caso de luxación o fractura.
- Hisopos de algodón: para limpieza de heridas en ojo o cavidades (naríz, boca)
-Algodón: multiusos. Las heridas deben limpiarse con gasas, nunca con algodón debido a las partículas que desprende.
-Guantes estériles: los venden en bolsa individual, 5 pares.
-Cubrebocas: los adecuados según el numero de personas (2 por persona).
- Termómetro oral.
- Tijeras, pinzas médicas (en farmacias grandes se encuentran) y unos dos bisturís (numero 15 o número 21)
- Agua oxigenada. Limpieza de heridas y detiene hemorragias.
-Alcohol. (para desinfectar tejidos o limpiar piel, no recomendable en heridas)
- Merthiolate e Isodine (yodopovidona) para limpieza de heridas.
- Pomadas: se recomienda Furacin, pasta de lassar (óxido de zinc) o Silvadene (sulfadiazina de plata) para aplicar en raspaduras o quemaduras.
- Jabón en barra y jabón liquido.
-Alcohol en gel.
- Solución fisiológica o solución salina: (comprar uno de 1000 ml o dos de 500 ml) para uso en limpieza de heridas.
Medicamentos: Se mencionarán los más prácticos y cuyo uso es común en emergencias:
- Analgésicos: paracetamol y/o aspirina. En caso de tener niños se recomienda paracetamol infantil. Naproxeno o diclofenaco, éstos últimos son  analgésicos también, pero tienen mayor acción antiinflamatoria (tener cuidado ya que Naproxeno y Aspirina (acido acetil salicílico) tienden a provocar acidez estomacal). En caso de alergia a alguno, considerar Ibuprofeno. Igualmente conveniente que, aparte de la presentación en tabletas mencionada, se considere conseguir en pomada o aerosol (Voltaren, Lonol).
- Ranitidina, en caso de síntomas de enfermedad ácido-péptica (erróneamente llamada gastritis).
- Loratadina o clorfenamina, en caso de reacciones alérgicas a medicamento, a alimento o por picadura de insecto.
- Butilhioscina, en caso de cólicos abdominales (no abusar en uso del mismo).
- Antidiarréicos, si se está familiarizado con su uso. (Hidrasec en niños, adultos pueden usar Pepto Bismol)
- Incluir sobres de suero oral (muy importante para prevenir deshidrataciones, sobre todo en niños)
- No recomendaría antibióticos, a menos que una persona en la familia conozca su uso, indicaciones y manejo. De preferencia consultar a algún médico antes de emplearlos. Se puede incluir en el botiquín Dicloxacilina, Trimetropim con sulfametoxazol o Ampicilina (considerar Ciprofoxacino en caso de ser alérgico) pero su uso, repito, debe ser valorado por algún médico.
Esto es lo básico que un botiquín debe contener. Puede variar de acuerdo al número de personas que lo usarán o el estado económico de la persona. Puede incluirse igualmente radio con baterías, linterna y otra serie de objetos útiles. Lo que yo recomendaría anexar seria una tarjeta o papel enmicado o protegido, con el número de teléfono de algún médico conocido, de familiares cercanos y de hospitales o clínicas cercanas a nuestro hogar.
Espero les sea de utilidad y que logren integrar éste elemento indispensable en nuestros espacios cotidianos. Un saludo.
Daniel Núñez, Médico.
twitter.com/@Nunez_MD

jueves, 21 de enero de 2010

El árbol (o no) de la vida

Viernes 22 de enero (2010, claro), en "Venga a tomar café con nosotros" en Radio UNAM 860 de AMplitud Modulada (AM), entrevista con un servidor (o sea yo mero) acerca de cómo clasificar la vida... y los problemas del árbol de la vida de Darwin.
Están cordialmente invitados; los esperamos con un cafecito.

Si no pueden o no quieren escucharlo en AM, escúchenlo aquí, en Internet.

Esperamos que lo disfruten. Y ojalá me dejen sus comentarios.

jueves, 17 de diciembre de 2009

Lamarck, el olvidado


Sin lugar a dudas, 2009 ha sido un año de celebraciones para la ciencia: los 400 del telescopio de Galileo, los 200 del nacimiento de Charles Darwin, los 150 de la publicación de El origen de las especies… Pero casi todos se han olvidado de otras dos efemérides científicas: la publicación, en 1809, de La filosofía zoológica, de Lamarck, así como la muerte de este científico hace exactamente 180 años: el 18 de diciembre de 1829.
La vida de Lamarck parece estar marcada por la mala estrella del olvido: siempre a la sombra de otras grandes figuras, como el barón de Cuvier (su acérrimo y victorioso rival) en vida; Darwin, en la muerte: las equivocadas teorías lamarckianas han sido abandonadas por la comunidad científica a favor de las acertadas darwinianas. O eso dicen… ¿Será? Ya lo veremos más adelante; primero: ¿quién fue este tal Lamarck?

Los 85 años de Lamarck
Jean-Baptiste Lamarck nació el 1º de agosto de 1744, y recibió el pomposo nombre de Jean-Baptiste Pierre Antoine de Monet, chevalier de Lamarck; sin embargo, décadas después, de la mano de la Revolución Francesa, cambiaría su nombre por otro más republicano.
En 1761 (dos años después de la muerte de su padre), Lamarck comienza una breve carrera militar, sin mucha gloria, en la que le tocará asistir a famosas derrotas y alcanzar el grado de subteniente, lo que no es mucho decir, pues se trata del menor rango entre los oficiales franceses.
Finalmente, una bacteria del género Mycobacterium (y seguramente la misma que causa la tuberculosis: Mycobacterium tuberculosis) lo derrota: Lamarck abandona el ejército el 19 de febrero de 1768, a causa de la escrófula (una enfermedad de la piel causada por Mycobacterium), aunque tenía constantes problemas con otros oficiales de su regimiento de granaderos, aunada a cierta frustración personal: no había logrado obtener el grado de teniente a pesar de su buena carrera militar, que, según algunos biógrafos (aunque no se ha encontrado evidencia documental de ello), incluye haber sido herido en batalla contra los alemanes en la Guerra de los Siete Años.
La siguiente década, la vida de Lamarck tampoco es halagüeña: su madre fallece (16 de abril de 1775), intenta ser músico y fracasa, trabaja en un banco, estudia medicina, estudia botánica, realiza investigaciones en meteorología y en física. Finalmente, en 1776 presenta un trabajo sobre meteorología en la Academia de Ciencias.
En 1777 la cosa cambia de rumbo: Lamarck abandona temporalmente la elaboración de un libro sobre física, comenzado el año anterior, para escribir un tratado de botánica, que aparecerá publicado en la primavera de 1779. Durante este tiempo, Jean-Baptiste se casó con Marie Anne Rosalie Delaporte y nació Rosalie Joséphine, la primera de una fructífera descendencia.
También en 1779 y de la mano de la botánica despega la carrera de Lamarck como docente, al ser nombrado adjunto de las clases de botánica en la Academia de Ciencias. Su carrera académica avanza meteóricamente: en 1783, después de diversos cargos académicos y encargos científicos, obtiene una plaza de asociado en la Academia.
Otros 10 intensos años, en que el nombre de Lamarck como botánico crece, y también sus nombramientos (por ejemplo, el de guardián de los herbarios del gabinete del Rey, en 1789). También crece la agitación en Francia, que desembocará también en 1789, en la Revolución y, finalmente, el Terror, que hará rodar cientos de cabezas, entre ellas la de Antoine-Laurent de Lavoisier, gran químico con cuyas ideas Lamarck tenía serias desavenencias. Curiosamente, la muerte de Lavoisier se debió, en parte, a desavenencias científicas, que se tornaron personales, con el médico y periodista Jean-Paul Marat, pero eso es otra historia (o, más bien, otro hilo de la trama de la historia).
En 1792, después de cuidar de Lamarck durante 14 años, en los que engendraron seis hijos, muere la esposa de Lamarck. El triste viudo contraerá nupcias nuevamente en 1793, esta vez con Victoire Chalotte Reverdy. Ese mismo año, por razones administrativas, la Academia de Ciencias es suspendida y Lamarck deja de recibir sus honorarios; pero también se funda el Museo de Historia Natural, donde Lamarck trabajará, según parece, a partir de 1794. Ahí permanecerá durante varias décadas, hasta su muerte.
En el Museo, Lamarck comienza a dar clases en 1795, aunque en un campo que era desconocido para él: la zoología. Por si fuera poco, se le asigna el curso sobro insectos, gusanos y animales microscópicos. Será Lamarck quien los reúna bajo el título de invertebrados y organice la primera clasificación de este grupo. A pesar de su éxito en la botánica y la zoología, Lamarck no abandonó sus intereses en física y meteorología, campo que le acarreará gran descrédito, por lo impreciso de sus anuarios meteorológicos, que publicó durante once años, a partir de 1799 (hace justo 210 años).
Otra década activísima antes de llegar a la gran efeméride lamarckiana: se divorcia y publica su clasificación de los invertebrados en un mismo año (1801); escribe y publica sus estudios sobre ciencias de la atmósfera, hidrogeología y los discursos de apertura de sus cursos de zoología, así como una obra sobre la organización de los cuerpos vivos.
Hace 200 años, en 1809 aparece su obra más famosa: Filosofía zoológica. O exposición de las consideraciones relativas a la historia natural de los animales. En este libro Lamarck publica dos cosas: el nombre de la Biología para referirse a la ciencia que estudia a los seres vivos (por lo que se le considera, junto con Treviranus, el padre de este nombre), y su teoría sobre el origen y los cambios de la biodiversidad. El siguiente par de décadas lo pasará entre debates, burlas y discusiones debido a esta teoría.

La Filosofía zoológica, de Lamarck. Imagen tomada de http://www.arehn.asso.fr/centredoc/livres/lamarck_philosophie/ill02.jpg

Justo a la mitad de ese camino, en 1819, Lamarck se queda ciego y muere su tercera esposa, Marie Louise Julie Mallet, quien lo acompañó durante más de 20 años. Al año siguiente se publica el último libro de Jan-Baptiste, quien además deja de dar clases y se retira a su casa en el Museo, donde morirá el 18 de diciembre de 1829, hoy hace 180 años. Como invocando al olvido, fue enterrado en una fosa común en el cementerio de Montparnasse; su gran rival, Georges Cuvier, fue el encargado de escribir y leer, tiempo después, una nota sobre su muerte, un supuesto elogio en que ridiculiza a Lamarck.

Lamarck en las sombras
En 1809, hace 200 años, en su Filosofía zoológica, Lamarck expone su teoría de los cambios en las especies, lo que hoy llamamos evolución debido no a Darwin (que nació precisamente en 1809), sino al intelectual inglés Herbert Spencer.
¿Qué dice, pues, la famosa teoría de Lamarck? En pocas palabras, plantea que el ambiente plantea necesidades y desafíos a los seres vivos. Los organismos deben adaptarse a estos cambios, y lo hacen por medio del uso o desuso de órganos. Este uso de los órganos los perfecciona, y es heredado a los descendientes; este perfeccionamiento se acumularía generación tras generación.
El famoso ejemplo de las jirafas: al tenerse que alimentar de hojas de las ramas altas de los árboles, estirarían su cuello, que se haría más largo; este cuello largo sería heredado a los descendientes, que a su vez lo estirarían más, hasta llegar a los larguísimos cuellos de las jirafas actuales.
Esta idea no era exclusiva de Lamarck, pero fue él quien le dio forma coherente y detallada. Otros científicos (como el mismo Darwin) también han aceptado la herencia de características adquiridas por uso y desuso, lo que en la actualidad es llamado lamarckismo, en un exceso de simplificación de la teoría de Lamarck así como de la historia de esta idea.
La teoría sobre-simplificada del lamarckismo fue desacreditada científica y políticamente por muchas razones, entre ellas los experimentos de August Weismann, quien cortó la cola a cientos de ratones, cuyos descendientes jamás nacieron con colas pequeñas. Nótese el error en el planteamiento de Weismann: las colas rebanadas artificialmente no son una característica adaptativa, por lo que no corresponden a lo explicado por Lamarck; aún así, sus experimentos han sido aceptados como válidos por generaciones de científicos que interpretan lo planteado en la Filosofía zoológica en términos exclusivamente de herencia de caracteres adquiridos por uso y desuso.
Tras casi dos siglos de descrédito cada vez mayor, Lamarck va saliendo de las sombras. Algunos autores han comenzado a resucitar sus teorías y a sostener que en la naturaleza en verdad existe la evolución por medios lamarckianos.
Entre tales autores podemos mencionar a Eugene Koonin y Yuri Wolf quienes el mes pasado han publicado, en la revista Biology Direct, un artículo titulado “Is evolution Darwinian or/and Lamarckian?” (“La evolución, ¿es darwinaiana o/y lamarckiana?”). Estos autores llegan a la conclusión de que ambas modalidades de la evolución existen y son importantes en la naturaleza.
Por supuesto, planteamientos de este tipo son muy controversiales, pero cada vez más frecuentes en la comunidad científica. Y es que cada vez conocemos más fenómenos que pueden explicarse en términos darwinianos pero también (y, según muchos autores, de mejor manera) lamarckianamente.
Mis favoritos son los procesos epigenéticos. En la visión tradicional de la herencia biológica, existe una especie de manual para construir a un organismo determinado: el ácido desoxirribonucleico (ADN), que contiene la información para todas y cada una de las proteínas que dan lugar a cada característica del individuo. Nacemos con este ADN, que ya tiene determinadas nuestras características, información que no se transforma: con ella nacimos y pasa a nuestros descendientes.
Sin embargo, se han descubierto sistemas que controlan lo que se “lee” o no de este ADN (en términos técnicos, qué genes se expresan); con estos controles, se desarrollan ciertos caracteres (y otros no). Incluso, las características de un individuo pueden cambiar durante su vida, de acuerdo con cambios en el control de qué genes se usan y cuáles no. Y estos cambios son hereditarios; eso es a lo que hace referencia el término epigenético: cambios heredables que no se encuentran en el ADN, sino en los mecanismos de expresión de los genes.
Se trata, claramente, de cambios en las características, asociadas a su uso o desuso, y que son hereditarias. Y que pueden acumularse a lo largo de generaciones. Esto, en mi opinión (y la de otros autores, como Eva Jablonka y Marion Lamb), se trata de lamarckismo puro, aunque algunos autores consideran que, al tratarse de cambios que podrían ser reversibles, no se trata verdaderamente de evolución, y mucho menos de evolución lamarckiana; para ellos, sólo los cambios genéticos serían admisibles. Es el caso, por ejemplo, de Koonin y Wolf.
En esta visión, el lamarckismo se debería definir como cambios adaptativos (es decir, que llevan a la supervivencia de los individuos en el medio), desarrollados en el transcurso de la vida del organismo y que se reflejen en cambios en la constitución del material hereditario, que serán heredadas a los descendientes.
Un ejemplo de esto está en la transferencia horizontal de genes. Nuevamente, en la visión tradicional, los caracteres se heredan de padres a hijos, de una generación a otra (de manera vertical, abajo a arriba en los árboles genealógicos). Pero, en algunos casos, esta herencia se realiza de manera horizontal: no a los descendientes, sino a otros individuos, en otra rama de los árboles genealógicos. Las bacterias realizan este tipo de transferencia con frecuencia. Y, además, es algo muy relevante para nosotros.
Para combatir a las enfermedades causadas por bacterias, recurrimos a ciertos medicamentos que las matan: los antibióticos. De vez en cuando, algunas bacterias son resistentes a un antibiótico específico. Tal como lo prevé el modelo darwiniano, estas bacterias y sus descendientes sobrevivirán, mientras que las otras bacterias (no resistentes) morirán. Las resistentes serán seleccionadas.
Sin embargo, estas bacterias resistentes pueden heredarle esta característica a otras bacterias, además de sus descendientes. Así, algunas bacterias pueden obtener, a lo largo de su vida, una nueva característica adaptativa que será heredada a sus hijos. Eso, según Koonin y Wolf, es lamarckismo evidente.
Y la lista de ejemplos de lamarckismo aumenta constantemente, como muestran, por ejemplo Koonin y Wolf, Jablonka y Lamb, o Francis Por en sus controvertidos trabajos. Quizá en este bicentenario de Darwin y de la Filosofía zoológica sea hora de recordar a Lamarck y reevaluar su modelo y su relación con el darwiniano.

lunes, 30 de noviembre de 2009

Darwin y Bonfil

Imagen tomada de El Periscopio
E
l
miércoles 2 de noviembre se presentará la conferencia "Darwin: el secreto de la evolución", de Martín Bonfil Olivera, en el Centro Escolar Hermanos Revueltas (Av. Aztecas #142, Col. Los Reyes, Coyoacán, D.F.).
La cita es a las 11:00.
¡Aquí los esperamos!


Imagen de Gerardo reyes/Oxford University Press,
tomada de la página personal de Martín Bonfil Olivera

martes, 24 de noviembre de 2009

Presentación de "Lecciones de Astronomía"


Gracias a una colaboración entre el Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías (CUCEI) de la Universidad de Guadalajara y la Sección Diocesana de Educación y Cultura del Arzobispado de Guadalajara se presentará el domingo 6 de diciembre a las 12:30 hrs. en el salón "Juan José Arreola" de la Feria
Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) la edición facsimilar de las "Lecciones de Astronomía" (Guadalajara, 1859) del Pbro. Dr. Agustín de la Rosa ySerrano.